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5 Situaciones que te pueden generar ansiedad esta temporada navideña y cómo afrontarlas

Cada año, desde el mes de noviembre (o quizá desde antes) los centros comerciales se empiezan a llenar de luces y adornos navideños. Es común que también nuestra mente vuele a esas fechas.

Es cierto que la temporada se presta para la reflexión, la convivencia, la reconciliación y la paz. Sin embargo, también es fácil que se añadan a nuestras preocupaciones cotidianas algunas otras situaciones que nos generan estrés y ansiedad. Aquí te compartimos las más comunes y algunas recomendaciones para gestionarlas.


Sensación de no haber cumplido tus objetivos

Al dar una mirada retrospectiva al año que se va, es probable que lleguen a tu mente algunos deseos o propósitos que no lograste alcanzar. Este año en particular, para muchas personas sus metas se vieron interrumpidas por la pandemia, el hecho de permanecer en casa, la pérdida de empleo o disminución de ingresos; aunado a aquellos propósitos que uno siempre pone en la lista pero que, a lo largo del año se van olvidando.



Algunas personas se sienten decepcionadas, tristes e incluso enojadas consigo mismas por no haber tenido “fuerza de voluntad”, por haber “desperdiciado” el tiempo y su esperanza se traslada a que el próximo año será mejor.

Independientemente de lo que estuvo fuera de tus manos este año (la pandemia, por ejemplo), te invito a que veas lo que sí lograste, haz una lista de aquellas cosas, por muy pequeñas que te parezcan, que sí llevaste a la acción. Por ejemplo:

  • Te adaptaste a usar cubrebocas, lavarte las manos y usar gel antibacterial

  • Aprendiste a trabajar/estudiar desde casa

  • Limitaste tus salidas

  • Dejaste de ver a tus seres queridos para protegerlos

  • Encontraste formas nuevas de entretenimiento

  • Te esforzaste para conservar tu empleo

  • Perseveraste en buscar empleo

  • Emprendiste un negocio

  • Cuidaste tu alimentación

  • Hiciste ejercicio dentro de casa

Y la lista puede crecer tanto como quieras, la idea aquí es centrarte en lo que sí estuvo en tus manos y lo que sí hiciste este año.


Tristeza y/o melancolía por las personas que no están

La época navideña suele caracterizarse por polarizar las emociones: por una parte la alegría y emoción de pasar tiempo con los seres queridos, pero por otra, el recuerdo de las personas que no están con nosotros, incluyendo: fallecimiento, ruptura amorosa, cambio de ciudad, tener que trabajar.

En navidad puede intensificarse la sensación de vacío y pérdida, llegan con más frecuencia los recuerdos vividos con aquellas personas que en este momento no se encuentran con nosotros e incluso el deseo de regresar el tiempo y volver a estar con ellas.

Si te encuentras viviendo esta experiencia, lo más probable es que tu deseo sea cerrarle la puerta a estas emociones, salir cuanto antes de la melancolía, sin embargo, dicen por ahí que “lo que resistes persiste” así que trata de identificar el o los motivos que te hacen sentir nostalgia, puedes aprovechar estos momentos para escribir, meditar, permitirte llorar o solamente estar en silencio por algunos minutos.


También es importante que cada día tomes el sol, ya que la falta de luz solar tiende a predisponer a las personas a entrar en situaciones depresivas, para leer sobre depresión estacional da clic aquí.


Presión por comprar los regalos

Esta es otra de las situaciones que pueden representar un incremento de tus niveles de estrés. El bombardeo en todos los medios sobre compras, compras y más compras, puede hacerte sentir la necesidad imperante de comprar regalos a todos los miembros de tu familia y/o amigos. Algunos de los motivos por los que puedes experimentar esta presión son:


  • Intercambio en la escuela y/o el trabajo y/o la familia.

  • Sabes que alguien te regalará algo y te sientes comprometido(a) a también regalar algo.

  • Todos los años haces regalos a las personas cercanas.

  • Sientes que es la única forma de demostrar tu aprecio.

  • Todos suben a sus redes sociales sus regalos.

  • No sabes en qué gastar tu aguinaldo.


Aunque regalar es un acto de bondad y deseo de compartir, es importante que te detengas a revisar desde dónde surge esta necesidad por las compras: ¿es un deseo genuino de entregar algo a los demás o es una presión social por demostrar afecto, abundancia, interés?

Particularmente, este año para algunas personas ha representado una disminución en sus ingresos por pérdida de empleo, cierre de negocios, gastos médicos, etc. Así que, si esta es tu situación, te invitamos a realizar compras conscientes y, como dice el dicho: “Da amor, no lo compres”. Busca maneras creativas de demostrar tu afecto a tus seres queridos. ¿Algunas ideas?

  • Hazles una tarjeta navideña con material reciclado.

  • Escríbeles una carta.

  • Cocina para ellos.

  • Pasa tiempo de calidad con ellos (estando realmente presente).

  • Entabla conversaciones honestas y afectuosas.


¡Estoy segura que lo valorarán muchísimo!.


La relación que tenemos con la comida

En México, la mayoría de nuestras festividades tienen como protagonista a la comida y la Navidad no es la excepción. En esta época, donde comer puede resultar una experiencia deliciosa debido a todos los platillos tradicionales que se preparan en los hogares, también puede resultar un martirio para quienes están siguiendo algún régimen alimenticio.



Pero, comer rico no necesita estar peleado con seguir cuidando la alimentación, por lo que la recomendación más importante que quiero compartirte es que te alimentes intuitivamente. Y no, esto no quiere decir que escuches a tu cuerpo gritando ¡Bruce, Bruce! cuando vas en tu cuarta rebanada de pastel (los que vieron la película “Matilda” entenderán esta referencia).

Comer intuitivamente significa reconocer las necesidades nutritivas de tu cuerpo. Para ello requieres comer con consciencia, de manera que puedas identificar las sensaciones de hambre en tu cuerpo y entonces comer, pero también identificar las sensaciones de saciedad de tu cuerpo y entonces, parar de comer.


¿Cómo lograrlo? Haz pausas a lo largo del día para notar cómo está tu cuerpo, aprende a identificar cuando sientes hambre, sueño, cansancio, cuando tienes más energía. ¿Qué pasa cuando tomas agua? Entre más experta seas en tu propio cuerpo, más fácil será identificar cuando tienes hambre o saciedad.

Por otro lado, cuando te encuentres frente al plato haz también una pausa y come con atención: identificando olores, colores, textura y sabor de los alimentos, come un poco más lento de lo normal y ve notando lo que pasa en tu cuerpo con cada bocado. Pronto aprenderás a identificar la señal de saciedad de tu cuerpo y entonces sí, detente y sonríe porque has aprendido a comer intuitivamente. Así, no tendrás que dejar de probar esos platillos deliciosos y sentir después culpa ya que sólo comerás las cantidades que tu cuerpo necesita.


Tips adicionales:

  • Si estás siguiendo un plan alimenticio y realmente no quieres y/o puedes consumir ciertos alimentos, recuerda que poner límites a la insistencia de los demás para que comas, diciendo “No, gracias” también es un acto de autocuidado.

  • ¡No te comas tus emociones! Si estás experimentando estrés, ansiedad, tristeza o alegría... y sientes hambre, regresa algunos párrafos donde aprendimos a identificar las sensaciones de tu cuerpo y pregúntate: ¿esto es hambre real o emocional?.


Decidir dónde y con quién pasaremos las fechas navideñas

Esta es una de las principales discusiones entre parejas y familias en estas épocas, lograr hacer un consenso y llegar a acuerdos para pasar las fechas con los seres queridos es una de las decisiones más complicadas a tomar.

Es difícil dar alguna recomendación que encaje con la situación particular de cada uno, sin embargo el consejo general está compuesto por 3 pilares:

  • Comunicar: supone establecer un diálogo con las personas implicadas (pareja, familia, etc.) sobre los deseos que tienes de con quién y dónde pasar las fiestas navideñas. Comunicar requiere también escuchar los deseos del otro.

  • Ceder: en algunas ocasiones, ceder será la palabra clave para establecer acuerdos, además libera la tensión. Cuando cedes conscientemente, dejas de culpar al otro por la decisión, puesto que ceder representa en sí misma una decisión, de manera que te haces responsable por pasarla bien incluso cuando no era tu deseo original.

  • Respetar: significa honrar los acuerdos, si quedaron por ejemplo, de estar hasta la medianoche con una familia y el resto de la noche con otra, o en casa; respeten dichos acuerdos.



No sólo en esta época, sino todo el año, es posible que te encuentres en situaciones que te causen estrés y/o ansiedad. El paso número 1 siempre será permitirte sentirlo, ¡Sí! Sentir, aunque sean emociones o sensaciones desagradables, es el primer paso para soltar.


¿Estás en una situación en la que sientes que tu ansiedad te supera? Contáctanos, podemos ayudarte.


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