Estrés por pérdida de empleo
- tranquilamentepyb
- 1 sept 2020
- 3 Min. de lectura
La mayor parte de este año 2020, nos hemos enfrentado a nivel mundial a una situación para la cual no estábamos preparados: la pandemia, que ha tenido repercusiones importantes en diferentes ámbitos de nuestra vida. La economía no es la excepción y el impacto ha sido notorio, en el segundo trimestre la tasa de desempleo aumentó en un 30% en nuestro país.

Es una realidad que muchos mexicanos y mexicanas han perdido su empleo, por la suspensión de actividades de varias empresas, la desaparición de puestos o las pérdidas económicas de las empresas en funcionamiento. Aunque, también hay que reconocer que estas afectaciones no son exclusivas de las grandes empresas, ha desfavorecido a comercios informales, emprendimientos de micro, pequeñas y medianas empresas, autoempleos, a todos los que tenemos alguna actividad económica.
Si bien la palabra empleo es definida por la Organización Internacional del Trabajo como el trabajo efectuado a cambio de un ingreso económico, no solamente implica un medio para obtener dinero, va mucho más allá.

El empleo nos permite cubrir todas nuestras necesidades, desde las fisiológicas como el alimento y los servicios de salud, de seguridad como la vivienda y el propio recurso económico, sociales al pertenecer a un grupo y establecer relaciones de amistad o incluso de pareja, de autoestima con el reconocimiento por las actividades desempeñadas y el éxito de los logros alcanzados y de autorrealización al permitirnos desarrollar nuestro potencial.
Un empleo atraviesa todos los escalones de la pirámide de Maslow, lo cual significa que además de ayudarnos a cubrir nuestras necesidades, favorece nuestro desarrollo físico, psicológico, emocional y contribuye a formar nuestra identidad: es muy común que al presentarnos con alguien por primera vez digamos nuestro nombre y a qué nos dedicamos, nos definimos ante los demás y para nosotros mismos por lo que hacemos.

Viendo el empleo desde esta perspectiva más amplia, podemos comprender la gran afectación que causa en las personas que lo pierden, puesto que estos aspectos primordiales que nos conforman como personas están en peligro, lo que desencadena sentir estrés y ansiedad.
Es completamente normal sentir angustia, miedo, incertidumbre, frustración, desesperación. Si estás pasando o has pasado en algún momento de tu vida por esta situación sabes perfecto a lo que me refiero. Y también sabes que todos los días anhelas que llegue la solución, desaparezcan estas emociones y poder así dar vuelta a la página.

Quisiéramos decirte que hay una guía sobre cómo enfrentar la pérdida de empleo y salir victorioso de ella, pero lo cierto es que, como ante otras adversidades de la vida, no hay recetas ni soluciones mágicas.
En lo que sí te podemos ayudar, es con algunas recomendaciones que te permitirán vivir esta experiencia desde otro lugar, en donde hagas lo que está en tus manos y tomes un papel activo ante el problema.
Reconoce lo que sientes.
Como mencionamos arriba, hay un sin fin de emociones que se presentan ante la pérdida de empleo. Date cuenta que están ahí, que es normal sentirlas y no te juzgues por ello. Sé comprensivo (a) contigo mismo (a).
Cuestiona tus pensamientos.
Seguramente pasan por tu mente pensamientos como: "Nunca voy a encontrar trabajo", "¿Por qué a mi?", "No es justo", "Estoy defraudando a mi familia", "Qué van a decir de mí", "Tantos planes que tenía"... Cuando los detectes, haz un alto y pregúntate ¿es verdad?, ¿es completamente cierto? y busca ejemplos donde haya sido lo opuesto a lo que estás pensando.
Identifica tus habilidades
Es un muy buen momento para preguntarte ¿para qué eres bueno? ¿qué sabes hacer? ¿con qué otras habilidades cuentas? Al descubrirlo se te abrirán opciones y a partir de estos recursos que ya están en ti podrás encontrar alguna otra actividad temporal. Si te cuesta trabajo identificarlo por tí mismo (a), pregunta a tu familia o amigos cercanos, ellos podrán ayudarte.
Pide ayuda
Si has hecho lo que está en tus manos y requieres una ayuda adicional, es muy válido pedirla. Identifica a las personas que son de tu confianza, que están dentro de tu círculo (amigos, familiares, conocidos, compañeros de otros trabajos) y que puedan tenderte una mano, ya sea para recomendarte, contactarte con alguien más, circular tu CV, hacerte un préstamo o para darte soporte emocional escuchándote y acompañándote en este proceso.
“La mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos” Confucio.
Si necesitas apoyo con el manejo del estrés, la ansiedad y la gestión de tus emociones en estos momento de crisis, con gusto podemos ayudarte. Haz tu cita aquí.
Comments