El tiempo: ¿lo cura todo?
- tranquilamentepyb
- 24 ago 2020
- 3 Min. de lectura
Cuando no sabemos qué decir a alguien que está sufriendo, incluso si somos nosotras mismas,normalmente usamos la frase “El tiempo lo cura todo” para dar o darnos ánimos, para sentir que nada es para siempre, que el dolor es pasajero, que todo va a estar bien.
Y si algo me parece totalmente cierto, es exactamente que todo es pasajero; sin embargo, de eso a que como tal algo se cure por el simple transcurrir del tiempo, creo que hay una importante diferencia. Aunque genuinamente deseamos que así sea, que la otra persona esté bien, esta frase suele ser peligrosa, porque da un mensaje de pasividad: “No hagas nada, las cosas solitas se acomodan”.

Pensemos en una herida física: un raspón o una cortadura, dependiendo de qué tan profunda sea, al transcurso de los días o semanas la herida cierra, ya no duele, recuperas la movilidad...¡con el tiempo se cura! Pero sólo se cura si comprendes el proceso, en este caso: 1) Limpiar el área afectada, 2) Aplicar una pomada 3) No quitar la costra.
¿Qué pasa si no limpias el área afectada? Probablemente se infecte.
¿Qué pasa si no aplicas una pomada? Quizá tarde más tiempo en recuperarse.
¿Qué pasa si quitas la costra? No va a sanar, se va a infectar, seguirá doliendo.

**Por supuesto que hay heridas muy pequeñas que se curan aunque no las limpies, no les pongas pomada y a veces te quites la costra, son casi imperceptibles y seguramente no ponen en riesgo tu vida. Aquí si, el tiempo las cura, pero no son éstas las que más dolor te causan ¿verdad?
En este caso, estamos hablando de lo que te causa un malestar y/o te impide que te desenvuelvas en los diferentes ámbitos, laboral, familiar, escolar, personal. O bien, si tienes una enfermedad y no cambias tus hábitos o no tomas el medicamento o no descansas, el tiempo difícilmente hará que te cures, al contrario, la enfermedad puede empeorar.
¿Y qué decir de las heridas emocionales? Muchas veces sucedieron hace tanto tiempo, que parece que ya no nos afectan, no las recordamos tan seguido e incluso ya no lloramos al hablar de ello, pero, no estoy segura que eso signifique haber sanado. Y no lo creo porque muchas personas que llegan a terapia por un tema que les incomoda en el presente, en muchas ocasiones, tiene que ver con algo que no sanó en el pasado, que se dejó al tiempo y se quedó ahí instalado.
La ansiedad, por ejemplo, surge cuando por mucho tiempo tu cuerpo ha estado bajo estrés y no ha liberado la tensión, ésta se va acumulando hasta que de un momento a otro, sin avisar “explota” por así decirlo y surgen todos los síntomas y malestares que debieron salir en su momento, pero los dejamos “al tiempo”. O dijimos: “no tengo tiempo para descansar”, “cuando haya tiempo voy al doctor”, “cuando tenga menos trabajo me iré de vacaciones”.
En cuestión emocional, si el tiempo realmente lo curara todo, voltear hacia el pasado no sería doloroso y tampoco existiría la incertidumbre por el futuro, porque sabríamos que todo se va a arreglar. Pero desafortunadamente, existimos muchas personas con pasados que aún nos duelen y con futuros que nos preocupan. ¿Por qué? ¿Cómo hacer que el tiempo sí lo cure todo (o casi todo)?
En terapia usamos mucho la palabra “proceso” para referirnos al camino que lleva una persona para sanar. Y es muy importante mencionarlo, ya que entonces se entiende como una serie de pasos o fases por las que hay que transitar, que hay que experimentar; al comprenderlo como un proceso, se asume que no llegas del punto A al punto B de inmediato sino que requieres TIEMPO, si, pero también esfuerzo, actitud, compromiso y consciencia.
Así que, para que el tiempo sea un aliado, también debe existir:
Reconocimiento: identificar la situación que te está generando malestar, lo que te está pasando, lo que sientes, lo que piensas al respecto de lo que ocurre.
Aceptación: es entender que eso que te duele, ya está aquí. Aclaro que aceptar no significa resignarse. Resignarse es ser pasivo, te paraliza, te deja poco campo de acción; en cambio, aceptar significa reconocer lo que te causa malestar como parte de tu experiencia, como algo que ya está ahí y te invita a decidir qué actitud tomar y qué hacer al respecto.
Decisión: Implica hacer uso de los recursos con los que cuentas, o aprender nuevos, para poder afrontar lo que te duele o causa malestar, significa tomar una postura; incluso tu decisión puede ser “no haré nada al respecto”, pero si esta decisión la tomas después de reconocer y aceptar lo que sucede, lo estarás haciendo desde tu lado responsable y activo.
Así que si me preguntas, yo pienso que:
“El tiempo lo cura todo, sólo si transcurre con consciencia”.

¿Tienes una herida que el tiempo no ha sanado? ¿Quieres vivir y disfrutar más el presente? podemos ayudarte. Agenda tu primera sesión de terapia en línea aquí
Comentarios