top of page

Viajar ligero

Te comparto mi historia y algunos tips que he puesto en práctica para transformar un camino pesado de perfección y la autoexigencia, en un viaje más ligero, armonioso y disfrutable.


Al despertar siento esa pesada carga a cuestas, el costal que cargo a diario lleno de autoexigencias, de demandas, de deberías, que con el paso de los años va incluyendo más cosas en la lista, desde ser la inteligente de la clase, el mejor ejemplo a seguir, la que tiene respuesta para todo, la que sabe cómo solucionar los problemas, la que no discute, la que triunfa, la que no se equivoca, la que toma las mejores decisiones, la mejor en su trabajo, la que sabe cómo manejar sus emociones, la mejor mujer, la mejor hija, la mejor pareja, la mejor hermana, la mejor amiga, la mejor en todo.



Esa lucha por buscar la perfección en mi vida me ha llevado a sentirme frustrada, triste, impotente, enojada, culpable y sobre todo insuficiente. Pareciera que por más que intento, siempre me falta dar más para cumplir la expectativa que tengo de mí misma, esa imagen que me he construido con el tiempo, tan irreal e inalcanzable, tomando como referentes a mi familia, amigos, personas que admiro, lo que la gente y la sociedad dice que debo de ser o espera de mí en mis diferentes roles y que he terminado por comprarme la idea y hacerla mía.


Cuando recibo elogios, reconocimiento, aplausos por mis logros me cuesta trabajo aceptarlos e integrarlos a mi vivencia porque me digo a mí misma que no es para tanto, que cualquiera podría haberlo hecho o que no estuvo tan perfecto como me hubiera gustado. Y por supuesto, cuando me comparo con quienes están a mi alrededor y desde mi perspectiva veo que les va muy bien, que siempre lograr lo que quiere, que triunfan, que están en algún momento de su vida en donde desearía estar o que cuentan con habilidades que yo no tengo, que son mejores que yo, me siento pequeñita y me juzgo tan severamente, me regaño, me hablo con reclamo y eso me hace sentir muy triste e incapaz.


No tiene mucho tiempo que he empezado a descubrir esto que hoy te comparto, anteriormente era algo tan automático que cuando me sentía triste, frustrada o molesta no sabía ni por qué, hasta que comencé a mirarme hacia adentro y descubrir qué hay en mí, y sin duda las autoexigencias han sido una constante en mi vida que en muchas ocasiones me han limitado y que me han llevado a perder la confianza en mí misma y sobre todo a no valorarme y bajar mi autoestima.


Ahora que lo puedo ver y lo reconozco, la siguiente pregunta es ¿cómo lo cambio? ¿qué hago con esto?, por supuesto que no hay una receta a seguir, y si tú te has sentido como yo, coincidimos en que llegas a pensar y sentir que es algo que no se puede cambiar y terminas por decir “soy así”. Hoy quiero compartirte que no es así, que se requiere un trabajo personal de fondo y arduo para quitarnos de ese lugar de víctima y hacernos responsables de nuestra felicidad, de disfrutar la vida, de sentirnos satisfechas con lo que hacemos y logramos, pero sobre todo darnos el valor por ser, no por tener o hacer.



Te comparto 5 puntos que yo he incorporado a mi vida, que estoy segura te pueden ser de utilidad para dejar de cargar esa roca a tus espaldas y viajar ligero:


  • Ponte metas realistas y alcanzables.

En el ámbito que decidas, ya sea personal, familiar, profesional, laboral; considera todas las variables implicadas y los recursos con los que cuentas en este momento, ya se tiempo, recursos económicos, tu salud, etc. En la medida que logres subir un escalón, será el impulso para el siguiente.


  • No te detengas por miedo a equivocarte o el qué dirán.

Todo es perfectible y sólo lo descubrirás en medida que lo pongas en marcha. Cada persona tendrá una opinión de lo que haces, dices, cómo te comportas, pero sólo es eso, una opinión, no te define. Sólo tú sabes tus motivos que hay de fondo para tomar esas decisiones en tu vida.


  • Trátate con amor.

Sé amorosa contigo misma, háblate con cariño y compasión, como lo harías con tus seres queridos, sobre todo cuando pases por un momento difícil o un tropiezo; sé comprensiva y no te juzgues; sé paciente contigo y con tus circunstancias.


  • Quita las etiquetas.

Deja todos esos adjetivos calificativos de lado, tanto de ti como de los sucesos; las cosas solamente son, bueno, malo, bonito, feo, agradable, desagradable, molesto, útil, corresponde al cristal con el que decides mirar y en el momento que tú lo decidas puedes cambiarlo.


  • Fortalece tu autoestima

Recuérdate a diario que tu valor está en quien eres, no por lo que haces o tienes. Explora tus habilidades, tus capacidades, tus fortalezas, todas las tenemos. Mírate al espejo y reconoce a esa gran persona que ves y que ha llegado hasta este momento, con obstáculos, tropiezos, pero también aciertos y triunfos.



Por último, quiero decirte que liberarte de las autoexigencias y el perfeccionismo es un trabajo diario, que implica ponerte en primer lugar y conocerte cada día un poco más. Romper con esquemas que han formado parte de nuestra vida por años no es algo que se logre de la noche a la mañana, pero te puedo asegurar que es posible a través del autoconocimiento.


En TranquilaMente nos encantaría acompañarte en el proceso de construir tu bienestar, ve aquí para más detalles.


 
 
 

コメント


© 2023 de TranquilaMente Psicología para tu presente.

El contenido de este sitio está protegido por derechos de autor. 

  • Instagram
  • Facebook
  • Icono social de Spotify
  • YouTube
  • WhatsApp
bottom of page